Amor eterno

Amor eterno

Consciente de que lo importante es el camino y no la meta. Sabiendo que los pasos presentes forjan los futuros. Así es como estoy viviendo este amor.

Desconozco si es uno de esos tan perseguidos: un amor eterno. Tampoco tengo ninguna prisa por descubrirlo. Alcanzar la eternidad suele llevar consigo dejar esta existencia y, hoy por hoy, quiero aprovecharla sin regalar a la posteridad ni un solo segundo de vida que no haya sido disfrutado de forma intensa.

Lo que sí tengo claro es que desde hace tiempo, así, como por casualidad, con esa naturalidad con la que suceden las pequeñas grandes cosas de la vida, protagonizo una historia de amor preciosa junto a una persona que hoy está de cumpleaños. 50 hermosos años. Hace 29 que tengo la fortuna de caminar a su lado.

Las palabras no alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma”, como decía Julio Cortázar. Aun así, al mirar esa foto, o al contemplarle ocupado él en sus cosas, cuando lee, mientras conduce, cuando deja que su vista se pierda por un paisaje o cuando cierra los ojos justo antes de quedarse dormido, en todos esos momentos y en otros muchos, ciertas palabras resuenan en mi interior:

Serenidad, fortaleza, equilibrio.
Calor, amor, confianza.
Bondad, sencillez, lealtad.
Hogar, familia, seguridad.
Evolución, aprendizaje, búsqueda.
Constancia, disciplina, logro.
Inteligencia, cultura, valores.
Suavidad, firmeza, paciencia.
Risas, lágrimas, perdón.
Labios, respiración, tacto.
Piel, latidos, gemidos.
Juventud, madurez, plenitud.
Pasado, PRESENTE, futuro.

Te quiero, Dani.

¡Feliz cumpleaños!
¡Mucha música y mucha salud!



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