I Concurso de Microrrelatos de Red Pal
El pasado otoño presenté dos textos al I Concurso de Microrrelatos de la Red de Cuidados Paliativos de Andalucía. ¿Y sabes lo qué ocurrió?
Si has pensado que resultó ganador alguno de mis relatos... agradezco tu confianza en mis posibilidades de lograrlo. No, ninguno de los dos resultó ganador. Eso sí, de entre los 365 relatos participantes, uno de los míos, resultó ser uno de los 100 microrrelatos seleccionados para formar parte de un libro electrónico.
El libro se titula Cuidando los finales.100 microrrelatos sobre cuidados 'Para vivos' y desde este enlace podrás descargarlo de forma gratuita. A fecha de hoy, ya se han realizado 7599 descargas. Con el título 'Tres años tan rápidos como eternos' y en el número 42 del índice, encontrarás el Microrrelato seleccionado.
Algo muy profundo me invitó a presentarme al concurso. La temática me tocaba de cerca, ya que todavía estaba procesando el duelo por la muerte de mi suegro, enfermo de Alzheimer desde hacía muchos años. Esa es, también, la temática del otro microrrelato, titulado 'Mejor dos de noventa'. Escribirlos fue algo catártico, sanador. Me costó ceñirme a las 150 palabras máximas exigidas en las bases del concurso. Quienes me conocen bien saben que llevo varios años mejorando mi capacidad de concreción, así que, también en ese sentido supuso un reto. Cómo condensar en tan pocas palabras todas las ideas que pedían abrirse paso en mi cabeza. Cómo lograr con ellas aunar un homenaje a mi suegro, a mi suegra por su infinito valor como cuidadora, sumar una capa más con la que seguir cicatrizando mi propia herida, y, además, servir de inspiración o consuelo a otras personas que estén pasando o hayan pasado por situaciones parecidas.
Cuando envié los dos microrrelatos al concurso sentí una liberación. Cuando me llegó la noticia de que no habían sido ganadores pero que quizás alguno podría ser seleccionado como uno de los Microrrelatos me sentí esperanzada. Cuando me mandaron por correo el enlace para descargarme el libro electrónico se dibujó en mi rostro una enorme sonrisa. Lo había conseguido, mi texto podría ser leído por otras muchas personas. Cuando escribo este post...cuando escribo este post me pongo en el lugar de todas las personas que, en este momento de pandemia, se ven afectadas por las medidas de aislamiento y no pueden ser acompañadas por sus familiares en los últimos momentos de su vida. Me pongo en el lugar de esas familias que no podrán vivir su duelo según las costumbres de sus creencias. Me pongo en el lugar de todas las personas ancianas que son población de riesgo. Y también me pongo en el lugar de todos las personas que se están dejando el pellejo en los centros sanitarios para que perezca el menor número de seres humanos. Y de tanto ponerme en esos lugares debo reconocer que me siento triste y preocupada.
Por eso este post. Acudiendo a la escritura vuelvo a sanarme y recargarme de energía. Confío en que la segunda edición de este Concurso proponga una temática que ayude a muchas personas a escribir sus experiencias y que esos microrrelatos les ayuden a procesar su duelo.
Mi enhorabuena para Elena Bethencourt, la ganadora del Concurso con su microrrelato 'Vita via est', así como para los seis finalistas, el resto de textos seleccionados para el libro eléctrónico y el resto de participantes.
En cuanto pueda grabaré el microrrelato que no fue selccionado. De momento, os dejo con el que sí, en este vídeo. Con especial cariño para Gael y Daniel.
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