Volver a nacer
'¡Ay, si volviera a nacer, pero con todo lo que ya sé!'. ¿Cuántas veces has escuchado esa frase o alguna parecida? Es probable que incluso las hayas pronunciado tú. Quizás tus respuestas tengan algo en común con las mías.
Por fortuna, esa pregunta-deseo no se puede hacer realidad textualmente.
Es imposible volver a nacer, vivir tu niñez, infancia, adolescencia, juventud, madurez... No hay segunda oportunidad. Esto no es el juego de la oca, ni uno de esos juegos interactivos de ahora, que te si te equivocas te envía de nuevo al inicio y no avanzas a menos que logres superar cada pantalla (me perdonarás si mi vocabulario resulta pasado de moda, ya que en realidad hablo de oídas, porque, como mucho, solo jugué alguna vez con el Mario Bross de mi sobrina hace añísimos).
Por otro lado, menos mal que no es posible volver a nacer. ¡Qué pereza! Porque por mucho que pudieras contar con toda la experiencia de tu vida anterior, en realidad, es muy probable que no te sirviera para dar respuesta a todas tus dudas. Menos mal que no existen genios de lámparas maravillosas a los que formular el deseo de nacer de nuevo con todo lo que ya sabemos. Más de una persona se arrepentiría una vez inmersa en su deseo cumplido, seguro.
Lo mejor de esa pregunta-deseo inicial es que sí se puede hacer realidad metafóricamente.
Podemos volver a nacer cada día, en cada momento. Nacemos en cada segundo, en cada aliento (ahora detrás de las mascarillas, o eso espero, por el bien de todos). Y eso es lo difícil. Ahí es donde se demuestra quién habla por hablar y quién dice de verdad esa pregunta-deseo con la que empezaba esta entrada.
Cada persona tiene su propia lámpara maravillosa en su interior. Y no con tres míseros deseos. En realidad nuestra lámpara maravillosa contiene un número infinito de deseos. ¡Eso sí qué es maravilloso!
Cada día soy un poco más consciente de esa capacidad interna que todas las personas tenemos. Eso, algunas veces, muchas más que las que yo quisiera, me aleja de la felicidad. De todos modos, la sensación de plenitud que siento al ganar consciencia compensa con mucho esos momentos de tristeza, incertidumbre o apatía.
Hoy, 17 de mayo de 2020, en plena pandemia mundial, cumplo 50 años. Y no cambio por nada del mundo este momento ni esta situación. La acepto y sigo mi camino de mejora y autoconocimiento en el que voy ganando tolerancia, paciencia y calma, mucha calma, que mi esfuerzo me ha costado ganármela.
Hoy, con estos 50 años, me siento:
- feliz y pletórica
- más niña que nunca
- volviendo a empezar
- que no parto de cero sino de un número negativo que ni me atrevo a concretar
- que sobreviví a mi padre, que murió con 49 años cuando yo solo tenía 8
- amada
- responsable
- más sabia y más dudosa que nunca hasta ahora (creo que las dos cosas irán en aumento)
- veterana D o máster 50 en atletismo
- humilde
- empoderada
- libre
- responsable
- absurda
- con muchas ganas de vivir
- aceptando que en cualquier momento esta joya que llamamos vida se puede terminar
- con ganas de ser mejor persona
- más músico que nunca
- madre
- soñadora
- decidida
- callada
- en busca de la concreción
- disfrutando de mi anhelado silencio
- meditando
- reconciliándome con mi respiración
- en calma
- dispuesta a perdonarme todos los errores pasados y a no caer en ellos de nuevo
- agradecida por cada nueva oportunidad
- ...
Y así podría pasarme otros 50 años, reflexionando sobre cómo me siento. Y esas reflexiones darán lugar a acciones, sin duda.
De todos modos, hoy no es el momento. Son las 8:10 de la mañana de este domingo (el día que nací también fue domingo). Hoy me desperté cerca de las 5:00 de la mañana, tranquila y muy descansada. Medité, hice mis estiramientos (hoy hipopresivos) y me puse a buscar la imagen con la que ilustrar esta estrada. Un amanecer. Con verde, como Asturias, la tierra que me vio nacer y en la que nazco hoy otra vez. Con sol, como el que a veces, cada vez menos, echamos de menos por aquí. Voy a leer un poco hasta que se despierte mi familia.
Cuando sople las velas hoy, mi deseo será para mis seres queridos: pediré que tengan la fuerza y el ánimo, el tesón y la persistencia necesarios para conquistar su máxima plenitud en cada uno de los días de su existencia. Deseo que hago extensivo a todas las personas que se quieran dar por aludidas, sean o no conocidas mías.
Más fuerte que nunca, mi lema: ¡Mucha música y mucha salud!
3 ComentarioS
Tolo Mercadal
05 17 2020, 21:01Muchas gracias por compartir estas palabras tan profundas y sentidas Que bonita es la vida y que suerte poderla vivir con sus cosa buenas y también con las no tan buenas Un gran saludo desde Menorca de parte de un gran amante de nuestro instrumento el clarinete
ReplicaCarlos Pintado
05 17 2020, 10:13Feliz cumpleaños querida Ana suscribo tus reflexiones de la vida q indican nuestra madurez emocional y q vamos por el camino correcto eres un referente para muchos Gracias
ReplicaReis APARICIO PELÁEZ
05 17 2020, 10:06Precioso Ana Me siento muy identificada Los conceptos de nacer crecer y volver a vivir desde la experiencia usados metafóricamente son importantísimos en nuestras vidas sobre todo para las mujeres que debemos reinventarnos cada segundo en una sociedad que queremos más igualitaria Muchísimas felicidades y una abrazo enorme
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